Encuentran a Miguel, joven sobreviviente que dormía bajo el puente que colapsó en tragedia del Metro

Luego de que una de las estructuras del viaducto elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México colapsara el pasado 3 de mayo, historias como la de Miguel Córdova, joven en situación de calle que sobrevivió a la tragedia, se han viralizado en redes sociales.

Y es que tal como lo relató Córdova a Ruido en la Red, el día que se desplomó el convoy, él ya estaba acostado en la banqueta, que estaba debajo del puente los Olivos, cuando de repente se cimbró el suelo.

“Ayer venía de vender mis botellas de la polvorilla, cerca de las minas y me regresé. Estaba como a las nueve y media acostado con mis amigos, estábamos platicando. Eran más o menos como a las 10 de la noche cuando se escuchó como si tronara un fierro, se cimbró la banqueta de donde estábamos nosotros acostados, debajo del segundo pilar, de donde están las cazuelas”, contó.

El joven aseguró que tras el estruendo, tanto él como sus amigos corrieron para ponerse a salvo cuando de repente, el puente colapsó.

“Salimos corriendo, ni siquiera jalamos nuestras cobijas. Cuando de repente íbamos corriendo y nos caímos porque se vino el cimbradero grande y se vio como se vino el metro en dos. Se hundió, una desesperación horrible que no le deseo a nadie”, relató.

La historia de Miguel Córdova de inmediato se viralizó en redes sociales a tal punto que los internautas organizaron una ardua búsqueda para localizar al joven en situación de calle y apoyarlo. Incluso, hasta Simón Levy ofreció una recompensa de ocho mil pesos para hallarlo.

La movilización de la gente fue tal que horas más tarde el político mexicano anunció en sus redes que ya habían localizado a Miguel, a quien tenía intención de ayudar.

Miguel Córdova es un joven tabasqueño que lleva 10 años viviendo en la Ciudad de México. De acuerdo con su relato, se dedica a recolectar botellas de plástico y latas para subsistir.

En la entrevista que concedió a Ruido en la Red, el joven también aseguró que no le gusta su nombre de pila, pues le trae malos recuerdos, por lo que pidió que lo llamaran Angie, apodo con el que lo nombraba cariñosamente su abuela. Asimismo, destapó los bonitos recuerdos que guarda de su vida en Monterrey, lugar donde vivió por algunos años y donde conoció a Ana Bárbara, a quien describió como una 'gran madre' para él.

“La conocí en el jaripeo de Monterrey, a mi guapa, hermosa, grupera, Ana Bárbara. Fue mi gran amiga, y donde quiera que estés, te amo, chula. Mi Altagracia (nombre real de Ana Bárbara), con ella viví experiencias muy hermosas, que lo que no viví en su momento, de niñez, ella me los recompensó a mis 16 años. Fue mi gran madre, después de la otra”, enfatizó con una sonrisa en el rostro.