'No salieron de la familia': Experto explica qué implica la independencia de Meghan y Harry

"La idea que tienen es poder tener trabajos privados como personas privadas", explica un especialista en la monarquía inglesa

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Por:
Emilia Zúñiga.
La tarde de este miércoles 8 de enero, Meghan Markle y el Príncipe Harry anunciaron que dejarán de ser ‘miembros principales’ de la Familia Real. A través de una publicación en su cuenta de Instagram, revelaron que tomaron esa decisión porque planean llegar a ser financieramente independientes y enfocarse completamente en el trabajo que realizan en su fundación.
“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para construir un nuevo rol en esta institución. Nos retiramos de nuestro rol como miembros mayores de la Familia Real y trabajaremos para ser financieramente independientes, mientras seguimos apoyando a su Majestad, la Reina”, dice el comunicado.
Tras ese anuncio, los Duques de Sussex destacaron que dividirán su tiempo entre Reino Unido y Norteamérica, lo que les permitirá criar a su hijo con la tradición de la realeza en la que nació, pero así también podrán darle a su familia "un espacio para enfocarnos en el siguiente capítulo”, indicó.
Meghan y el Príncipe Harry no son los primeros miembros de la realeza que se separaron de la monarquía, a continuación te dejamos a otros personajes que han renunciado a la corona por diversos motivos.
En 2005, la princesa Sayako, la hija menor de los que fueran emperadores de Japón hasta abril del año pasado, decidió casarse con el funcionario municipal y urbanista Yoshiki Kuroda. En su fiesta de compromiso, la joven anunció que abandonaría la casa imperial y su título de alteza por amor.
De acuerdo con el diario ‘El país’, Chris O’Neill, esposo de la princesa Magdalena de Suecia, renunció a los títulos que le ofreció su suegro tras casarse, en 2013. La princesa no cedió a sus derechos ni a su puesto en la línea de sucesión, pero Chris decidió hacerlo para poder hacer sus negocios sin tener que dar explicaciones de sus movimientos financieros.
Eduardo VIII del Reino Unido causó todo un escándalo en 1936 al leer su renuncia en directo en la BBC para poder hacer su vida con Wallis Simpson, una norteamericana que se había divorciado en dos ocasiones. El cargo fue asumido por su hermano menor, quien adoptó el nombre de Jorge VI y reinó hasta 1952, hasta dar paso a su hija Isabel II.
En 1934, la corte sueca y la holandesa planeaban la boda de Sigvard Bernadotte, nieto del rey Gustavo V, con la princesa Juliana de los Países Bajos. Ese año, el príncipe huyó a Londres para casarse en secreto con Erika Patzer, hija de un comerciante alemán. Tras enterarse, el rey emitió un decreto en el que despojaba a su nieto el título de príncipe, además de quitarle todos sus privilegios.
El príncipe Johan Friso de Holanda conoció a Mabel Wisse Smit, una politóloga holandesa de renombre, en una fiesta en Francia. Ambos vivieron un romance a distancia hasta que anunciaron su compromiso en 2003, pero cuando ella fue investigada, se enteraron que Mabel había tenido una relación con un narcotraficante llamado Klaas Bruinsma. Aunque el primer ministro se opuso, Friso se casó en 2004, lo que lo excluyó de la línea sucesoria, aunque no perdió su título.
La reina Beatriz de Holanda cedió el trono a su hijo Guillermo en 2013 para disfrutar de su vida tras servir a la corona por 33 años. “Es tiempo de colocar la responsabilidad del país en manos de una nueva generación”, dijo en un canal de televisión público, según el diario ‘El País’.
La princesa Ubolratana Rajakanya, de Tailandia renunció a su titulo cundo cumplió 21 años para estar poder estar con su amado, Peter Ladd Jensen. La pareja se mudó a Estados Unidos y tuvieron tres hijos, pero su relación no duró y se separaron en 1998, lo que le permitió a Ubol regresar a su tierra natal, donde participa en la vida de la familia real.
La Princesa Mako de de Japón dejó su estado dentro de la familia imperial nipona para casarse con Kei Komuro, luego de conocerse en 2012 en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio, durante una sesión orientativa de programas de intercambio para estudiar en el extranjero, según el portal ABC España.
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La tarde de este miércoles 8 de enero, Meghan Markle y el Príncipe Harry anunciaron que dejarán de ser ‘miembros principales’ de la Familia Real. A través de una publicación en su cuenta de Instagram, revelaron que tomaron esa decisión porque planean llegar a ser financieramente independientes y enfocarse completamente en el trabajo que realizan en su fundación.
Imagen AP

Este miércoles 8 de enero, los duques de Sussex, Meghan Markle y el Príncipe Harry, anunciaron su decisión de separarse parcialmente de la familia real para concentrarse en su independencia económica, por lo que que planean dividir su tiempo entre Norteamérica y Reino Unido.

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“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para construir un nuevo rol en esta institución. Nos retiramos de nuestro rol como miembros mayores de la Familia Real y trabajaremos para ser financieramente independientes mientras seguimos apoyando a su Majestad, la Reina”, reza el comunicado.

Tras la publicación del comunicado, diversos medios publicaron la noticia y no han dejado de surgir teorías sobre el verdadero significado de su decisión. Por eso, para comprender qué implica esta independencia, el periodista colombiano Arnoldo Mutis, experto en la monarquía inglesa, brindó una entrevista exclusiva a Las Estrellas para explicar en qué consiste esta separación.

Para empezar, Mutis recalca que fue una separación económica: "No se salieron de la familia. Lo que trataron de hacer es independizarse. Ellos están proponiendo una cosa totalmente novedosa en la historia de la familia real: seguir dentro de la familia, pero mantener una fundación aparte y desarrollar sus propios programas benéficos”, detalló.

Mutis explica que hace unas semanas se creó una fundación bajo la marca registrada Sussex Royal, la cual incluye un sinfín de ítems que van desde ropa hasta publicaciones como revistas, folletos e incluso asesorías y consultorías en el campo del trabajo solidario. "Lo que ellos quieren es ser una especie de 'republiquita' independiente pero asociada con la monarquía", aseguró.

Y aunque los detalles todavía no están estipulados de manera concisa, ya que los propios duques han explicado que esto todavía es una decisión en desarrollo, Mutis expone que "la idea que tienen es poder tener trabajos privados como personas privadas, pero además desarrollar su trabajo en el campo del activismo".

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Sin embargo, esto es novedoso en la historia de la familia real, pero no lo es para otras casas reales, pues Mutis recuerda el caso de Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe de España, quien en 2011 fue acusado por malversación de fondos públicos a través del 'Instituto Nóos', fundación benéfica de su propiedad. De igual manera, menciona el caso de la condesa Sofía de Wessex, tía política de Harry y esposa del príncipe Edward, quien tuvo una empresa de relaciones públicas y también fue acusada de hacer contrataciones irregulares.

Al respecto, Mutis expone cuáles podrían ser las complicaciones para los duques al crear una fundación propia: "Cuando otros (miembros de la realeza) lo han intentado eso no ha salido bien, pues es muy complicado que una familia real tan prominente trate de llevar la vida de una persona común y corriente como un ciudadano. Son antecedes que no son casos iguales, pero son dignos de tener en cuenta. Si ellos van a hacer una fundación y van a manejar dinero y recursos importantes, eso siempre es un riesgo que asumen porque ellos no van a poder controlar a sus empleados y en cualquier momento todo se puede salir de control. Ese es un riesgo".

Por otra parte, el experto asegura que al ser un suceso sin precedentes en la familia real, podría ser devastador, pues podría verse como una siembra de anarquía, aunque también puede traer beneficios.

"El año pasado fue un año dramático para la familia real, entre otras cosas porque ellos (Meghan y Harry) causaron un gran alborto. Seguramente con algo de razón, pero pues también con un poco de exageración porque ellos no son los llamados a protagonizar la vida de la familia real, que se supone que está para servir y no para armar un show ni mostrarse como los reyes del drama", concluyó.

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Otras de las causas que apuntan a la separación son el racismo al que se enfrentó Meghan tras hacer pública su relación con Harry y las críticas constantes de las que han sido víctimas.

Harry, de 35 años, es el nieto de la Reina Isabel II y sexto en la línea de sucesión al trono británico, es uno de los integrantes más distintivos y populares de la familia real y ha pasado toda su vida bajo la luz pública. Antes de casarse con el Príncipe en una boda vista en todo el mundo en 2018, Meghan trabajaba como actriz destacando con un papel estelar en la serie “Suits”. La pareja tiene un bebé llamado Archie, nacido en mayo de 2019.