Hermano de Yuya y su esposa denuncian negligencia médica tras muerte de sus mellizos
A una semana de su dolorosa pérdida, el hermano de Yuya, Sergio Castrejón, y su esposa Pao Poulain reaparecieron en redes para denunciar negligencia médica tras la muerte de sus mellizos.
Fue a través de su canal de YouTube que la pareja habló del momento en que se dieron cuenta que el estado de salud de Pao y de sus mellizos estaba comprometido, así como de la infección que presentó y que se salió de las manos de los médicos.
“ Nunca había experimentado esto, este dolor tan fuerte, esta impotencia, esa tristeza… Ponerme a pensar los planes que teníamos… Pero es que ahora no le encuentro ningún sentido. Considero que fue un infierno lo que vivimos”, dijo Sergio.
Mientras que la cuñada de Yuya recordó las duras palabras de los médicos, quienes de manera inesperada le informaron de su grave estado de salud, previo a ingresarla a quirófano.
“Estás muy muy grave, tienes infección en todo tu cuerpo, estamos esperando que tus bebés no estén infectados. Tus riñones están súper infectados, tu útero está súper infectado, puedes morir por una hemorragia”, recordó.
Y aunque agradecieron el apoyo de diversas instituciones de salud, denunciaron que ninguna clínica quería atenderla debido al estado en el que estaba.
“Nos fuimos a un hospital de Perinatología, en la Ciudad de México, y había muchísima gente. Llevamos a Pao con una camilla y no nos quisieron recibir. Un dolor y un sufrimiento que me cae que me puse a llorar, me hinqué, les pedí que por favor la atendieran. Y nos decían que no había lugar, que no tenían cuneros, me dijeron que la revisarían pero si el diagnóstico era el que ya les habíamos explicado, no la iban a poder recibir… no entendía por qué nos pasaba eso a nosotros”, expresó el joven.
Por último, Sergio Castrejón recordó que Pao Poulain ingresó de emergencia al Hospital de la Mujer en Yautepec, Morelos, donde perdió a sus bebés dos días después de haber dado a luz.
“Yo estuve con ellos, pero de repente se ponían graves y me sacaban, cuando lograban estabilizarlos, me decían que ya habían tenido que ponerles otro tubo… Pao no se pudo despedir de uno de ellos, eran hermosos uno se parecía a ella y otro a mí”, sentenció.