Maky habla sobre el uso del apellido Soler: "es un honor llevarlo, pero ya no corresponde”

La actriz destacó que jamás le incomodó seguir usando el nombre de casada tras su separación

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Por:
Paulina Flores.
Juan Soler y Maki se conocieron en mayo de 2002 en la Ciudad de México, cuando ambos trabajaban en Televisa.
Sin embargo, la bonita historia de amor inició un año después y tras algunas salidas, la pareja llegó al altar el 20 de diciembre de 2003 en una ceremonia privada en Acapulco, Guerrero.
Justo un año después de haberse convertido en marido y mujer, la pareja le dio la bienvenida a su primera hija, Mía, mientras que Azul llegó a la vida de los famosos en 2007.
Tras vivir unos años en México, la familia se mudo a Miami, lugar en el que han crecido sus hijas y donde hicieron su vida como pareja.
A través de las redes sociales, la pareja presumía constantemente su relación. Sin embargo, esta se vio fracturada en 2017, cuando Juan Soler comenzó las grabaciones de una telenovela en México y Maki regresó a la televisión, razón por la que tenía que permanecer en Miami.
Tras este panorama, la relación entre Juan Soler y Maki comenzó a desgastarse, por lo que, en noviembre de 2018, lanzaron un comunicado anunciando “una pausa en su relación”.
“Esta decisión es ajena a terceras personas. Nuestra relación sufrió una fractura debido a la distancia que se mantuvo a causa de los proyectos que ambos realizábamos en diferentes países”, se lee en el comunicado.
Pese a su separación, en diciembre de 2018, la pareja pasó junta las festividades decembrinas. Incluso, hicieron un viaje en familia a Vail, pueblo de Colorado, Estados Unidos.
A casi un año de la pausa que pusieron en su relación, Juan Soler y Maki han destacado en diversas entrevistas el amor y la admiración que sienten el uno hacia el otro.
“En este momento, mujeres, en cuanto más lejos, mejor, punto. Yo con mis tres mujercitas Valentina, Mía y Azul, tengo más que suficiente”, dijo el actor argentino a TVyNovelas, el pasado 23 de septiembre, ante la posibilidad de rehacer su vida con otra persona.
En cuanto a Maki, la actriz recientemente confesó seguir creyendo en el amor y el matrimonio, sin embargo, apuntó a que por ahora su gran y único amor son sus dos hijas: Mía y Azul.
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Juan Soler y Maki se conocieron en mayo de 2002 en la Ciudad de México, cuando ambos trabajaban en Televisa.
Imagen Mezcalent

A casi dos años de su separación, el apellido sigue siendo tema de conversación entre Juan Soler y Maki, quien, aunque en junio pasado aclaró que conservaba el nombre de casada por cuestiones especificas de redes sociales, reiteró que llevarlo jamás le incomodó.

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Y es que luego de que el protagonista de La mexicana y El güero destapó que fue él quien le pidió ajustar su nombre, la también actriz destacó la excelente relación que mantiene con el padre de sus hijas y descartó que se haya quitado el apellido porque le molesta que la gente la siga vinculando con el argentino.

“Es el apellido de mis hijas, es el apellido de Juan, es una persona que yo quiero, yo admiro, al contrario, es un honor llevar ese apellido, pero ya no corresponde”, respondió a un programa de espectáculos.

Maky explicó además que la gente ya la ubicaba con ese nombre y que al inicio de su carrera decidió ajustarlo porque sus apellidos son difíciles de pronunciar.

“En realidad a mí no me molestaba llamarme Soler, porque la gente ya me ubicaba. Antes de estar con Juan era Maky, porque mi apellido es Moguilevsky, mi nombre es Magdalena Moguilevsky Hojean, entonces era como muy complicado”, apunto.

“Ahora me lo hubiera dejado, pero en esos tiempos, hace 25 años, me dijeron no pues Moguilevsky está muy difícil, bueno dije ‘Maky’, luego conocí a Juan y adapté el Soler, y ahorita pues volvió el Maky”.

El tema del apellido está sonando desde junio pasado cuando, ante la insistencia de los internautas, Maki aclaró en varias historias que seguía en redes sociales con el Soler porque las oficinas de Instagram estaban cerradas a consecuencia de la pandemia.

“No me gusta dar explicaciones, pero parece que tengo qué, ¡Qué horror! Uso el apellido Soler porque al tener mi cuenta verificada en Instagram no me deja cambiar el nombre de usuario tan fácilmente. Las oficinas (de Instagram) están cerradas, yo no soy buena con la tecnología y la verdad que no me molesta”, dijo en aquella ocasión.


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