Tú también puedes sentir y ver a tus seres queridos muertos
Tener contacto con algún ser querido muerto no tiene nada de malo, al contrario, puede ser una experiencia espiritual que te tranquilice, sobre todo si sientes que dejaste un pendiente con esa persona.
Estas experiencias son muy comunes. Las cinco manifestaciones más cotidianas son:
Visitas a través de los sueños. En él te dan un mensaje específico, buscan avisarte que están bien, o ponerte alerta de un próximo peligro. También pueden pedirte que le digas algo a alguien más.
Sientes su presencia. Tal y como le ocurre a Juana Soledad, puedes sentir la energía de esa persona, ya sea por un cambio de temperatura o el movimiento del aire. También puedes sentir una presión junto a ti en el lugar donde estés sentado.
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Tu tacto te avisa. Sentir un abrazo, una caricia en el cabello, un toque en la espalda o sobre tu mano de manera que te reconforte. Esto es más común en los días posteriores al fallecimiento, aunque puede ocurrir muchos años después también.
Percibes un olor fuera de contexto. Cuando percibes algo que no tiene explicación como el del cigarrillo en un lugar en el que nadie está fumando, pero a esa persona le gustaba fumar, o su perfume, el aroma a su comida favorita o a sus flores preferidas son señales de que está contigo en ese momento.
Actividad eléctrica inesperada. Los aparatos eléctricos son una fuente muy fácil de manipulación, podrías escuchar su canción favorita en el radio o que se enciendan luces o la activación de un juguete de pilas.