Dependiendo de los colores que elijas al pintar un mandala estarás revelando también tus sentimientos y emociones. Esto dicen los colores de ti:
Los colores de los mandalas revelan tus emociones
Los mandalas son excelentes herramientas para meditar, pues te ayudan a tranquilizarte y contactar contigo mismo, pero ¡también revelan tus emociones con los colores que eliges!


Blanco. El color de la pureza, la inocencia, la simplicidad. Es limpio y claro. También significa longevidad y optimismo.
Negro. Puede ser positivo o negativo. Transmite misterio, profundidad, receptividad, independencia, silencio, poder e independencia; pero también tristeza, desánimo y sobriedad.
Amarillo. Es el color de la alegría y el optimismo. Transmite energía, felicidad, diversión, inteligencia e innovación.
Rojo. Es el color de la vida y la energía pura. Simboliza pasión, fuerza, valor, impulsividad, deseo, sexualidad. En su sentido negativo refleja rabia, enfado, peligro y lo prohibido.
Naranja. Es la creatividad, el optimismo, la calidez y el entusiasmo. Transmite salud, movimiento, fraternidad, vitalidad y éxito.
Azul. Símbolo de la paz y la tranquilidad. Transmite serenidad, armonía, libertad, verdad, fidelidad, progreso y contemplación. Aunque en lo negativo puede reflejar soledad, frialdad y seriedad.
Verde. El color de la esperanza, el equilibrio, la naturaleza, el crecimiento, rejuvenecimiento y la estabilidad.
Rosa. Es la delicadeza y la dulzura. Refleja calma, exquisitez, amistad, gratitud, sensibilidad y buen humor.
Violeta. Engloba todo lo espiritual. Simboliza misticismo, poder, romanticismo y sensualidad. En sentido negativo puede reflejar manipulación y autoridad.
Marrón. Refleja estabilidad y firmeza.
Gris. Simboliza lo formal, la seriedad, la elegancia y el orden. De forma negativa, lo sombrío y la tenacidad.
Colorear un mandala te ayudará a clarificar tus emociones, entender tus sentimientos y podrás relajarte y sacar lo mejor de tu interior, liberando lo negativo que has guardado.