“Dijo, ‘me voy a desmayar’, y se murió”: así fueron las últimas horas de Mariana Levy
La actriz mexicana Mariana Levy experimentó su primer encuentro con la muerte poco después de nacer. En lugar de pasar de los brazos de su madre a los de su familia, fue colocada en una incubadora, donde luchó por su vida.
El 22 de abril de 1966, Talina Fernández dio a luz a Mariana Levy cuando tenía seis meses y medio. Mariana, al nacer prematura, luchó incansablemente por sobrevivir.
“La veías en la encubadora peleando, moviéndose sin cesar”, contó hace algún tiempo la fallecida presentadora.
A los 4 años, Mariana comenzó a tomar clases de ballet y a participar en recitales y obras de teatro escolares. A los 15 años, ya estaba segura de que quería ser artista. Un año después, debutó junto a otros seis jóvenes en el grupo Fresas con Crema.
Paralelo a esto, Mariana Levy hizo su debut en las telenovelas. Sin embargo, fue hasta 1987 que renunció a Fresas con Crema y se dedicó por completo a la actuación, siendo ‘Rosa Salvaje’ uno de sus proyectos más importantes.
Le siguieron otras tres telenovelas antes de recibir la oferta para su primer papel protagónico.
"Yo soy, la pícara soñadora"
En septiembre de 1991, Mariana Levy asumió el papel protagónico junto al galán de moda, Eduardo Palomo, en la telenovela “La pícara soñadora”.
Aunque en la ficción el amor no le faltaba, en la vida real, a pesar de su belleza y coquetería, sus relaciones personales no eran duraderas. Tuvo una relación de casi cinco años con su primer novio, Gerardo Flores, y luego un noviazgo de tres años con el galán Eduardo Capetillo.
Sin embargo, lo que Mariana no imaginaba era que un actor que había compartido escenario con ella en “ La pícara soñadora” volvería a su vida como el protagonista de sus sueños más grandes. En 1994, mientras ambos formaban parte del elenco de “ Caminos cruzados”, Ariel López Padilla se enamoró perdidamente de Mariana Levy y se propuso demostrar que él era el hombre con quien ella quería formar una familia.
A pesar de que López Padilla estaba casado con la también actriz Aurora Cano, solicitó el divorcio y se entregó por completo a la conquista de Mariana Levy. El 28 de marzo de 1996, se convirtieron en padres de María y, tres meses después, se casaron por el rito civil.
Cuando a Mariana Levy le ofrecieron el papel protagónico en la telenovela “ Leonela” en Perú, su hija tenía solo un año. Aunque fue un éxito profesional, la relación de pareja se vio afectada y en 1998, tras su regreso a México, se divorciaron.
Un nuevo amor, una vida plena
La soledad no permaneció mucho tiempo. Una noche, la actriz Jacqueline Andere la invitó a una cena en su casa, donde le presentó a José María Fernández, también conocido como ‘El Pirru’. En tan solo dos meses, se dieron cuenta de que estaban destinados el uno para el otro, y el 25 de noviembre del mismo año, contrajeron matrimonio.
Con ‘El Pirru’, Mariana Levy se convirtió en madre nuevamente en el 2002, esta vez de una niña a la que llamaron Paula. Dos años después, llegó al mundo su hijo varón, José Emilio Al ver cómo sus sueños se hacían realidad, Mariana Levy anunció su retiro de la televisión, donde conducía el programa ‘ Nuestra Casa’, para dedicarse por completo a su familia.
José Emilio tenía nueve meses cuando Mariana Levy aprovechó la celebración de su cumpleaños número 39 para también bautizar al pequeño. Esa fue la última vez que compartió su alegría en grande con amigos y familiares.
El susto mortal
El 29 de abril de 2005, Mariana Levy tenía planeado llevar a su hija María al parque de diversiones Six Flags, ubicado al sur de la Ciudad de México. Este viaje era una promesa que la hija de Talina Fernández había hecho a María por su cumpleaños (que había sido el 28 de marzo). Según reportes periodísticos, el viaje también serviría para anticipar la celebración del Día del Niño.
Ese viernes, a la 1:45 de la tarde, Mariana Levy salió de Bosques de las Lomas en su nueva camioneta Voyager, acompañada de su esposo y nueve niños, incluyendo a sus hijas María y Paula.
Mientras esperaban en el semáforo de la esquina de Montes Urales y Prado Sur, en la colonia Lomas de Chapultepec, las niñas comenzaron a gritar al ver a unos hombres con pistolas intentando asaltar a otras personas. Mariana Levy les ordenó subir las ventanas y mantener la calma mientras los adultos trataban de evitar ser las próximas víctimas.