Acostumbrado al fulgor de “La Ciudad de las Luces”, “Marcelo Ebrard” lo cambió por el brillo de “La Ciudad de la Esperanza”. Eso quedó demostrado en el episodio 12 de El Privilegio de Mandar.
“El Peje” le pidió dejar atrás su exilio parisino para ser operador político de Morena. Parecía que la mesa estaba puesta, pero “ya saben quién” olvidó pedirle un taxi, así que le pidió tomar la línea 12 para encontrarse.
Resumen capítulo 12. El ‘Carnal Marcelo’ se da un baño de pueblo
El ‘ex jefe de gobierno’ se trepó a la obra cumbre de su mandato: la línea 12. Y ‘Anaya’ descubre que ‘Meade’ no es un mal tipo



Tal vez en Francia sea placentero el viaje subterráneo; pero en “Chilangolandia” las cosas son muy… pero muy diferentes. Y el pueblo se lo hizo notar al “ex jefe de gobierno”.

Mientras tanto, los precandidatos presidenciales tuvieron su intercambio de regalos por la bonita celebración del Día del Amor y la Amistad.
El regalo más bonito fue el que “José Antonio Meade” le dio a “Ricardo Anaya” porque, como todos sabemos, al político panista últimamente se le da muy bien hablar del priísta, el que dice “yo mero” cuando se le pregunta quién se debe sentar “en la (silla) grande”.

Por supuesto que los precandidatos a la jefatura de la CDMX no se quedaron atrás. Sólo que su intercambio fue más modesto pues Doña Márgara Francisca los recibió en su puesto de quesadillas.
Allí, la perredista “Alejandra Barrales” recibió una silla por aquello de si se arma un mitin de Morena y no tiene cómo “golpear”… digo, tomar la palabra en el evento.
