Efraín quiere entregarse a la policía pero sus padres se lo impiden
Efraín ya no puede más con el remordimiento de haber provocado la tragedia de Héctor, su mejor amigo. Sus padres le han exigido guardar silencio, pero ese silencio lo está destruyendo por dentro. Mientras tanto, su hermano Simón intenta ayudarlo, convencido de que esta es la oportunidad para que Efraín hable con la verdad y por fin tome mejores decisiones.