Alan Orlando

Rosario estuvo cerca de perder la vida en un incendio que se presentó en el asilo, pero se encuentra desaparecida y su familia la busca.

Manuel y su familia se van a vivir con su madre, quien es despreciada por Pompeya.

Poco a poco, Amy se siente más confiada y dedica la canción que escribió a sus dos mamás, Mandy y Betty.

Mientras Amy y los invitados se divierten en el salón de fiestas, el papá de Gabriel se desvanece por un infarto.

Gabriel apoya en todo momento a Amy, quien le pide tiempo a su amigo para aclarar sus pensamientos.

Amy no sabe si seguir los pasos de sus mamás o formar una familia tradicional, ya que está en busca del sentido de pertenencia.