Alan Orlando

León rechaza la idea de ver a Gustavo como su padre, quien quiere hacer las cosas bien con su hijo y con Rosita.

Gracias a su buen corazón, Rosita ha logrado sensibilizar a su tío, pero con León aún existen las fricciones.

Rosa y León son inscritos en una nueva escuela y tratan de adaptarse en la cuidad, conociendo nuevas personas.

Tras la pérdida de sus padres, Rosa y León huyen de casa para refugiarse con su tío, en otra ciudad.

Iván confiesa a sus tíos la verdad sobre el amorío que mantenía con Helena, quien es encontrada culpable de privar de la vida a su esposo.

Helena monta la escena en donde su esposo utilizó la fuerza, para aparentar que ella fue la afectada de la situación.