Gumaro le exige a Prudencio que le pague y la forma de hacerlo será llevándose a su hija, para ser la sirvienta de su esposa.

Prudencio tiene problemas con el juego, le debe una enorme cantidad de dinero a Gumaro y no tiene para pagarle.

Tras poner su vida en riesgo, Alex acude a terapia psicológica y recibe el apoyo de sus seres queridos.

Alejandro termina con su novia y lo despiden del trabajo, debido a la presión que tiene por las deudas.

Alejandro llega al punto de recurrir a sus padres para que lo ayuden y vende sus cosas para pagar las deudas que tiene.

Alex está muy confiado con su situación económica, con la que cree que puede gastar a lo grande.