Ronaldo estuvo muy cerca de perder la vida, pero fue protegido por el manto sagrado de un maravilloso ser de luz.

La rebeldía de Ronaldo llega demasiado lejos y decide reunirse con ʻEl Tiburónʼ, quien lo persuadió para ser reclutado por un grupo de hombres peligrosos.

Ronaldo no obedece las reglas de casa, por lo que es reprendido, pero cree que nadie lo quiere y se refugia en la voz que dice ser su amigo.

Ronaldo es rebelde con sus padres, asegurando que la escuela no es de su agrado y solo quiere participar en un juego, en línea.

Violeta está preocupada por el dibujo de uno de sus alumnos, ya que uno de ellos habla sobre un monstruo que habita en casa.

La maestra Violeta no descansará hasta saber lo que sucede con Samatha, quien calla para proteger a su mamá.