null: nullpx
Consuelo Duval

Consuelo Duval y sus confesiones más profundas sobre su infancia y sus primeros años

La actriz y comediante abre su corazón para contarnos sobre sus primeros años de vida, su familia, y la violencia que vivió en su primer matrimonio.
Publicado 12 Ago 2021 – 05:21 PM EDTActualizado 13 Ago 2021 – 12:59 PM EDT
Comparte
Default image alt

Su nombre real es María del Consuelo Dussague, pero como su apellido resultaba difícil de pronunciar y por lo tanto, difícil de recordar, la actriz prefirió adoptar el apellido de su tía María, quien también fue actriz de profesión durante la época del cine de oro mexicano, y cuyo apellido también empezaba con “D”.

Así nació el querido y resonado nombre que, al escucharlo, nos remite a una de las actrices y comediantes más emblemáticas del medio artístico en México y América Latina: Consuelo Duval.

Con una trayectoria que comenzó en el teatro, siguió con telenovelas y repuntó con programas de comedia. Hoy, la actriz agradece haber abandonado la carrera de Derecho en la Universidad del Valle y su trabajo de recepcionista en Televisa, para poder enfocarse en lo que más disfruta hacer: actuar y estar frente a un público, tal como lo cuenta en entrevista exclusiva con Las Estrellas.

La fundamental figura de su padre

Pese a la resistencia de su padre, el señor José Antonio Dussague, a que esto ocurriera, fue cuestión de meses para que Consuelo pudiera demostrarle a él y al mundo que su lugar en el mundo era sobre un escenario, detrás de una pantalla, frente a las cámaras.

Cuando su papá dio cuenta del enorme talento de su hija, se convirtió en su principal admirador y, desde entonces, fue una de las personas que más la acompañaron e inspiraron sus pasos. Al hacer un viaje al pasado y recordar su infancia, la humorista dijo que el haber perdido a su madre a los escasos dos años de edad, no le impidió disfrutar al máximo esta etapa, pues junto con su papá y hermanos formó un increíble equipo.

“Yo quería ser como mi papá, quería ser hombre. Cuando jugaba con mis amigas yo no quería ser la esposa, yo quería ser el esposo porque era la imagen que tenía. Mis cosas de juego no eran tacones, eran portafolios, zapatos de hombre y sacos como los que usaba mi papá”, recuerda la actriz con nostalgia, al tiempo que admite que los valores y conductas que la rigen actualmente, fueron inculcadas por él.


El humor, la esencia de Consuelo

Vivaracha y bromista, Consuelo mostró su lado extrovertido y su vocación para actuar desde muy pequeña, aunque a veces usaba estos atributos para su conveniencia: “Yo era la más chiquita, entonces me aprovechaba del argumento de que no tenía mamá para dejarme consentir por la gente y hacer que las mamás de mis amigos y otras mujeres me regalaran comida o me perdonaran cosas. Acepto que era una chantajista” admitió la actriz entre risas.

En la escuela, Consuelo recuerda que fue siempre una niña muy emocional, caracterizada por manejar sus tragedias con humor, lo que la llevaba a imitar a sus profesores, contar chistes y provocar grandes risas entre sus compañeros. Esto generó que fuera conocida como la ‘ chistosita’ de la clase y a tomar con más fuerza su sueño de algún día llegar lejos en la actuación.

La fama, "una señora gorda"

Cuando el trabajo duro comenzó a dar fruto, la fama tocó a su puerta y los pies de Consuelo empezaron a despegarse del suelo, pero, de nuevo, fue su padre quien se encargó de regresarla a la tierra.

“La fama es una señora gorda que se te sienta encima, te ciega y no te deja ver la realidad. En el momento en que él (su padre) vio que se apoderó de mí, me agarró del brazo y me dijo, literalmente: ‘Mira pendeja, por esa gente que se acerca a ti y te pide fotos y autógrafos, tú tienes comida en tu mesa para ti y para tus hijos, que nunca se te olvide’. Y desde ese momento me la quité de encima”, compartió la comediante, quien asegura que el problema de muchos actores ‘subiditos’ es que se les olvida bajarse del escenario.

Esa es la razón por la que la humorista llama a sus admiradores “ chingaderitas”, pues no le gusta la connotación jerárquica que carga el término común.

Con esta complicidad que caracterizaba la relación con su padre, y siendo su hermana mayor lo más cercano a una figura materna, el momento más difícil tanto de su vida como de su carrera, fue cuando a su padre y a su hermana les detectaron cáncer casi al mismo tiempo. “Como eran mis pilares, me sentí frágil y vulnerable al pensar en una vida sin ellos” admitió. El cáncer fue noble con su hermana pero, lamentablemente, se llevó a Don José Antonio en julio de 2015.

Los hijos, el McTrío de consuelo

Aunque su padre ya no estaba físicamente para guiarla, Consuelo tuvo que agarrar fuerzas para seguir siendo guía de sus dos hijos, Paly y Michel, mismos que afirma siempre han sido su más grande pilar: “Somos un McTrío inseparable” dijo la actriz para hablar de la relación con sus hijos, y es que aún cuando eran pequeños y ella tenía que ir a trabajar, ocupaba todo su tiempo libre para estar con ellos.

“Mientras trabajaba mi hermana y algunas nanas que en general fueron ángeles me ayudaron a cuidarlos, y ya cuando tenía algo de tiempo, en lugar de ir al cine o algo del estilo, me iba con ellos” dice la actriz, quien dijo no tener culpas por la manera en que manejó el ser mamá y profesionista a la vez.

La relación con su ex

Algo que la actriz tuvo que aprender en carne propia fue que, contrario a lo que a veces se piensa, el amor no tiene que doler ni tiene que demostrarse a golpes. Consuelo veía cómo su expareja, el padre de sus hijos, no controlaba su temperamento. La comediante recuerda cómo en una ocasión se enojó ‘más de la cuenta’ y empujó a Paly por no poder andar en bicicleta. Ese empujón fue lo que la actriz necesitó para darse cuenta que no lo quería cerca de sus hijos.

“Yo lo pedí al cielo y el cielo lo hizo realidad, él solito se fue, desapareció. Bendito sea Dios, porque quien te lo hace una vez, te lo vuelve a hacer siempre. El foco rojo es el primer y único aviso porque después juegas al perdón y empieza la manipulación, y se vuelve un círculo del que te tienes que salir” destacó la actriz.

Hoy con sus hijos, quienes ya son adultos (Paly tiene casi 29 años y Michel 27), Consuelo cuida de sus cinco perros y aunque admitió que sí quiere encontrar al amor de su vida, no tiene prisa en hacerlo, pues se siente muy cómoda disfrutando su espacio y dedicándose a seguir construyendo el legado artístico que con su enorme disciplina y pasión, ha erigido.


Comparte
RELACIONADOS:Consuelo Duval