“No hablaré ante la cámara de una persona de quien no hablo en mi vida”: Angelique sobre romance del pasado
“No me gustaría hablar delante de una cámara de una persona de quien no hablo en mi vida, entonces no voy a hablar del tema de José Alberto Castro porque no me interesa”, así respondió Angelique Boyer durante la entrevista que sostuvo con la conductora Aurora Valle para el programa Confesiones, donde la actriz evitó profundizar de aquel romance que sostuvo con el productor en 2010.
La protagonista de telenovelas detalló que debido a su relación con el exesposo de Angélica Rivera peleó con sus padres, porque ellos no lo aceptaban, e incluso fue uno de los motivos por los que dejó la casa que compartía junto a ellos.
“Primero me tuve que salir de mi casa. Definitivamente no (lo aceptaban), batallé muchísimo con eso. Fue una etapa súper ruda de mi vida. La verdad es que a ningún hijo le gusta salirse de casa peleado, pero José Alberto no era la única razón, hubo muchos más motivos”, detalló para la emisión del canal TLNovelas.
Pese a que su noviazgo provocó un distanciamiento con sus padres, Angelique Boyer destaca que no se arrepiente de nada lo que vivió, ya que esas experiencias hacen que sea la mujer que es hoy en día.
Además, afirmó que para ella la relación con ‘El Güero’ Castro es cosa del pasado, por lo que siempre evita hablar del tema.
“Te puedo decir que también he trabajado mucho emocionalmente, he madurado y he dejado el pasado atrás. Realmente lo único que tengo es el presente, ni siquiera el futuro, así que no me arrepiento de nada", expresó.
En dicha entrevista de semblanza, Angelique también habló de aquellos detalles que la hicieron enamorarse de Sebastián Rulli, su actual pareja. "Siempre ha sido un caballero, un excelente compañero y amigo. No hubo ningún tipo de presión y las cosas se fueron dando", destacó.
Además, relató sus comienzos en la actuación y el tropiezo que vivió en el Centro de Actuación de Televisa, donde fue expulsada por faltar a clases, experiencia que le sirvió para recibir una lección de humildad y responsablidad.