Exmodelo británica quiere que su hija de 14 años se aumente los glúteos, pero expertos tienen algo que decirle

Esta semana, la noticia de que la exmodelo inglesa Carla Bellucci desea que Tanisha, su hija de 14 años, se someta a una cirugía plástica para aumentar el tamaño de sus glúteos causó una gran polémica en internet. Tras esto, Las Estrellas contactó especialistas en el tema para conocer cuáles son los riesgos de someterse a una cirugía estéticas siendo menor de edad.

"No hay indicación para que un paciente en edad escolar se someta a una operación si no es necesaria, es decir, si no representa un impedimento para su adecuado desarrollo físico o emocional, no se aconseja que un menor atraviese un procedimiento quirúrgico. La indicación está enfocada a pacientes que presentan una malformación del esqueleto facial, alguna malformación en manos, un síndrome, entre otros padecimientos clínicos", dijo a Las Estrellas el cirujano plástico Julio Palacios.

Una cirugía plástica es una decisión que tanto el menor en cuestión como la familia deben tomar de manera conjunta, debido a una serie de factores que podrían poner en riesgo la salud física y emocional del infante.

Por otra parte, la psicóloga social Thania Arriola, explicó en entrevista para Las Estrellas el impacto psicológico que un padre puede generar en sus hijos al insertar el concepto de rechazo de su propia imagen.

"Los padres son los que te forjan un criterio y autoestima, entonces la parte del rechazo parental puede ser muy significativo para los adolescentes, sobre todo porque están en una edad clave. Es muy fácil lograr que se rechacen a sí mismos cuando tienen el rechazo de sus padres", dijo.

En entrevista con el diario británico The Sun, Carla Bellucci, dijo sobre su hija: "Si ella quiere llegar a ser una exitosa influencer y estrella de reality shows, entonces tendrá que tener el look adecuado. Ella es bonita, pero una cirugía la hará más bonita, así que someterse a una cirugía es la mejor opción".

También declaró que " necesitará contar un gran físico para triunfar en la vida, por lo tanto tendrá que ser perfecta. La gente fea no llega a ningún lado”.

Ante los comentarios de Bellucci, Arriola dice que “si una madre rechaza el físico de su hija, realmente está reflejando sus propias frustraciones en ella. A esto se le conoce como dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal, la cual se define como una adicción a las operaciones estéticas, y está considerado como un trastorno en el que se perciben defectos físicos exagerados”.

Asimismo la página oficial del Gobierno de México, define el trastorno como: "una enfermedad psiquiátrica que se manifiesta como una preocupación excesiva en la apariencia, derivada de una distorsión de la imagen corporal, generando sufrimiento en el individuo, que impide que pueda desenvolverse en el ámbito social, laboral y personal".