Con el paso de los años, las mujeres hemos tenido que "aprender" a caminar por la calle ante miradas lascivas, chiflidos o palabras sucias. Sin embargo, estas acciones muchas veces nos toman desprevenidas, dejándonos en blanco sin saber cómo reaccionar. Por esa razón queremos compartirte algunos tips para alzar la voz y terminar con el acoso callejero.
¿Qué hacer en caso de acoso callejero?
¡No te quedes callada! Checa estos tips y descubre cómo enfrentar a un acosador


- Ignorar
No hacer nada es lo que la mayoría de los acosadores esperan. Aunque tampoco tenemos la obligación de hacerlo, a veces ignorar es la mejor conducta, pues no sabes cómo va a reaccionar esa persona. Ante todo debemos cuidar de nuestra seguridad.
- Agradecer
Sí, lo sabemos. Ante una actitud de acoso en lo que menos puedes pensar es en “agradecerle el gesto”, pero qué tal una frase como: “Gracias, pero nadie pidió tu opinión”.
- Confrontar y llamar la atención
Si estás dispuesta a confrontar al acosador, hazlo con seguridad y mirándolo a los ojos. Responde con un “¿perdón?” o “¿dijiste algo?” para sacarlo de su “zona de confort”. Eso sí, asegúrate de que haya más gente alrededor.
- Ponle nombre a las cosas
Un “piropo” en la calle, sin intención de cortejarte se llama acoso porque es un ejercicio de poder para hacernos sentir intimidadas, vulnerables o inseguras. Así que no tengas miedo y hazle saber a tu acosador que está cometiendo un delito.
- Denunciar
El acoso es un delito y estás en todo tu derecho de denunciarlo. Incluso, las autoridades tienen la obligación de apoyarte hasta el final.
Ante el Ministerio Público se realiza una denuncia de carácter sexual; es decir, agresión física o contacto físico o sexual sin tu consentimiento.
Cuando se trata de c omentarios lascivos o cosas que te hacen sentir incómoda, se debe acudir ante un juez cívico para levantar una denuncia por falta administrativa.
Además de estos tips, es importante que sepas que NADA justifica la actitud de un acosador ni las agresiones sexuales. Usar faldas, shorts, escotes o tacones no es una incitación sexual, más bien es nuestro derecho al libre albedrío y libertad de expresión.
Fuente de referencia: The Huffington Post y Observatorio contra el Acoso Callejero en Chile.