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Raúl y Luis terminan viviendo con otros niños sin hogar con tal de no separarse nunca

Después de huir, Raúl y Luis encuentran a un amigo de la calle y les ofrece vivir en un supuesto refugio donde viven otros niños sin hogar. Al principio creen haber encontrado un lugar seguro, pero pronto descubren que ahí nada es gratis y que sobrevivir en la calle tiene un precio muy alto.