Alan Orlando

Tras recibir un disparo en la pierna y ser puesto tras las rejas, los padres de Eduardo acuden a terapia para comprender el comportamiento de su hijo.

Eduardo ha llegado demasiado lejos y, en colaboración con Kimberly, comienza a distribuir narcóticos a cambio de dinero.

Eduardo insiste en estar cerca de Luisa, pero es rechazado y reacciona de pésima manera.

Eduardo es consentido por su padre, quien le da rienda suelta a su hijo en todo lo que quiere.

La madre de Licha se arma de valor para decir la verdad y logra que su esposo sea arrestado, para entregar a la niña con su familia.

Las autoridades registran la casa de Evaristo, sin encontrar a la pequeña, ya que solo los abuelos saben dónde se encuentra su nieta.