Justino se entera que Fonseca deshonró a su hermana y decide desquitarse por la ofensa.

Héctor hereda el sazón de su abuelita y encontrará en su cocina un refugio para la vida tan difícil que debe sobrellevar

Gertrudis encuentra a Adelina en una situación muy comprometedora con su hijo Fonseca y piensa lo peor de ella.

La vida de Héctor no ha sido fácil y, a base perseverancia, cumple su sueño de ser un empresario gastronómico.

El padre de Héctor es alcohólico, quien no puede más con esta situación y decide irse a vivir con su abuela.

Héctor pierde el control y hiere de gravedad a quien lo provocó, por lo que estará tras las rejas durante algún tiempo.