Gabriel Soto confiesa que nunca había estado tan enamorado como lo está de Irina Baeva

Tras abandonar una entrevista en Miami debido a comentarios hostiles por parte de los conductores de El Gordo y la Flaca, Gabriel Soto vuelve a acaparar la atención, ahora porque reveló que nunca en la vida había estado tan enamorado como lo está de Irina Baeva.

La confesión sucedió después de que el periodista Lucho Borrego, de 'Suelta la sopa' le comentara que lo veía más enamorado que nunca.

“Sí, así es. Creo que todos los problemas nos han hecho más fuertes, hemos sobrepasados cosas bien difíciles (…) Yo la amo. Me enamoré de ella y lo repito esto vino después de mi separación”, respondió el actor.

El protagonista de telenovelas destacó que su romance con la joven de origen ruso va viento en popa e incluso destacó que aunque dentro de sus planes en pareja todavía no está contraer nupcias, sí es algo que le hace mucha ilusión.

“De esta agua no beberé, dicen por ahí, pero dejemos que la vida continúe, que las cosa fluyan. Sin duda (me hace ilusión volverme a casar) y hay que preguntarle a ella. Yo creo que sí”, expresó.

Pero al hablar de su nueva pareja, también aprovechó para destacar que su exesposa Geraldine Bazán se merece encontrar el amor con un hombre bueno e incluso en un futuro contraer nupcias y tener un hijo, si es algo que desee.

“Yo creo que para todos, inclusive para Geraldine también. Ella se merece una pareja, a lo mejor el día de mañana también casarse o a lo mejor querer tener un hijo y está bien. Nos merecemos en la vida estar en pareja, estar felices, con paz en el corazón, con armonía y yo creo eso”, indicó.

Gabriel Soto también se refirió a una situación que podría darse antes de que él y su exesposa contraigan nupcias con alguna otra pareja, y es que habló sobre la posibilidad de que sus hijas, Elissa y Alexa, pronto convivan con Irina Baeva.

“Todo es un proceso y todo a su debido tiempo”, destacó el actor, quien confirmó su relación con la actriz en septiembre de 2018 cuando los captaron de la mano en las calles de Beverly Hills.