Tras una búsqueda exhaustiva, Guillermina da con el paradero de su hija, pero Priscila se niega a regresar al ambiente hostil que vivía en casa.

Tras dos años de no ver a sus papás, va a buscarlos, pero Maclovio mantiene una actitud rígida, a diferencia de su madre, que quiere saber cómo está.

La hija de Genaro le exige a Jacqueline que se aleje de su padre, ya que no permitirá que una extraña se quede con el dinero que no es suyo.

Betty le sugiere a Jacky que consiga al patrocinador que se encargue de sacarla de trabajar y cumpla con sus caprichos.

Jacky se siente dueña del departamento que le entregó Genaro, quien invita a un amigo a pasar una velada fuera de control.

Uno de los patrocinadores de Jacqueline la convence de salirse de su casa y dejar a un lado a su mamá, quien le advierte sobre los peligros que corre con hombres experimentados.