Gracias al servicio de taxi de aplicación, Romualdo se reencuentra con Magaly, la nieta que no veía desde que tenía 6 años y ahora es una jovencita que tiene problemas con su novio.

Romualdo no permitirá que Ruperto ponga una mano encima a su nieta, grabando los hechos con su celular, para que la policía cumpla con su labor y Magaly esté a salvo.

Karina visita el restaurante donde su hijo estuvo por última vez, corroborando que Gustavo colocó gotas en la copa de vino de Álvaro, para que pereciera de un infarto fulminante.

Karina une las piezas para desenmascarar al supuesto mejor amigo de su hijo, pero no tiene las pruebas para demostrar que Gustavo es el responsable de envenenar a Álvaro.

Karina desconfía cada vez más de Gustavo y no descansará hasta saber qué pasó realmente con su hijo, quien fue envenenando, de acuerdo al resultado de la autopsia realizada.

Un antiguo compañero de primaria se sincera con la mamá de Álvaro, narrando la manera en que el grupo de amigos hacían la vida miserable a Gustavo, dentro y fuera de la escuela.