Por más que lo niegue, Gina sabe que su compañera de trabajo es la vengadora anónima que ayuda a mujeres que han sido perjudicadas y es momento de atender un nuevo caso de injusticia.

Leonor prepara a su hija para que vaya a cenar a casa de la familia de Héctor, quien no tenía buenas intenciones y se le acusa de cruzar la línea de lo permitido con Dulce.

Los agentes de la policía rodean el lugar donde Candy se presenta cada noche para que rinda su declaración, pero huye sin dejar rastro, firmando con el seudónimo que le caracteriza.

Tras ponerle punto final y cerrar el capítulo con Héctor, Dulce no regresa a casa, informándole a su padre que no puede pertenecer a una sociedad corrupta e indiferente.

Dulce mantiene doble vida, de día trabaja en un Call Center y de noche es conocida como Candy, en un club donde deleita la pupila de los caballeros con movimientos sensuales.

Dulce se compromete con la prima de Fabián para hacerle justicia, contactando en redes sociales al tipo que se muestra como un sujeto ejemplar con su familia, pero no lo es.