Durante su reciente intervención en el programa ‘Miembros al aire’, Eduardo Santamarina compartió con sus compañeros cuál fue el momento más difícil en aceptar su adicción, narrando el momento en el que supo que su vida debía cambiar.
Eduardo Santamarina recuerda el momento en el que tocó fondo en su alcoholismo: “Fue difícil”
El actor compartió que gracias a una clínica de rehabilitación y grupos de alcohólicos anónimos se pudo recuperar

“El proceso de aceptación cuesta, es difícil porque fueron tantos años de consumo que de repente llegar y decir ‘soy esto, hice esto’, híjole, te defiendes como gato boca arriba”, inició.
El actor de telenovelas como ‘Rubí’, ‘Antes muerta que Lichita’ y ‘Sin tu mirada’ relató uno de los momentos en los que ‘tocó fondo’, ya que llegó a esconderse en un hotel con prostitutas.
“Uno de los momentos más fuertes fue cuando ya me escondía en los hoteles con prostitutas porque yo a veces lo que quería era hablar, platicar, estar con alguien, ser escuchado. Ese fue uno de mis fondos más difíciles y fue donde dije ‘¿Sabes qué? Yo no quiero esto para mí’”, contó.
Durante su relato, Eduardo compartió que uno de los momentos que lo hizo reflexionar fue ver en su cabeza cómo sus seres queridos se enterarían que había muerto de una sobredosis al pensar en “El dolor tan fuerte que yo le iba a ocasionar obviamente a mi hermana, a mis hermanos, a mis seres queridos. Yo decía ‘No se lo merecen’, no se lo merecen ellos y no me lo merezco yo, acabar mi vida de esa manera”.
Finalmente, el intérprete aceptó que tenía un problema y acudió a una clínica especializada en adicciones y posteriormente a un grupo de alcohólicos anónimos, salvando así su vida y disfrutar de la familia que conformó con Itati Cantoral y posteriormente con Mayrín Villanueva, con quien está casado desde 2009 y es madre de Julia, su hija menor.
Además, el actor fue cuestionado sobre las emociones que sintió cuando nacieron sus hijos, por ello explicó que cada uno de sus retoños es una extensión de él y verlos le provoca orgullo, inseguridad y miedo.
“Es padrísimo ese torbellino, esta cosa, esa presión en el pecho, te empiezan a entrar muchas preguntas que hasta la fecha, te confiesa, siguen entrando estas dudas. Esa parte no se va a acabar hasta que yo siga vivo”, concluyó.