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Mascotas

Situaciones que solo entienden quienes tienen gatos

Tener un gato cambió tu vida para mejor, pues se ha convertido en la luz de tus ojos y corazón.
Publicado 22 Sep 2023 – 12:13 PM EDTActualizado 22 Sep 2023 – 12:13 PM EDT
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Quienes no entienden lo bueno que es tener un gato es porque nunca en su vida se han tomado el tiempo de cuidar uno y cultivar su vínculo. Al menos eso es lo que crees tú, que ya le diste todo tu corazón a un minino que se convirtió en el rey de tu hogar y te convirtió en un amante de los felinos.

#1 No son muy cariñosos, pero su vínculo es innegable

Tener un gato es muy diferente a tener un perro o cualquier otra mascota. En tu caso, recibes rasguños frecuentemente, si tu ‘bebé’ no quiere, no te hace caso (ni siquiera te mira) y nadie corre a la puerta a recibirte efusivamente cuando regresas de la calle. Pero esto no quiere decir que no haya amor entre tu michi y tú. Quizás no es obvio o tradicional, pero existe.

#2 Sus gestos de amor son diferentes a lo tradicional

Por lo mismo, no puedes abrazar a tu minino y forzarlo a compartir una sesión de besos. Él te demuestra su cariño frotándose contra ti, ronroneando o lamiéndote con cariño.

Por tu parte, tú has aprendido a verlo fija y dulcemente en los ojos y parpadear, puesto que estos son los ‘besos de gato’.

#3 Ni un vaso sobre la mesa

Tu michi es como Garfield: el rey de la casa, por lo que se pasea por donde le da la gana. Sí, incluidas todas las mesas a donde pueda trepar. A la mala, aprendiste que en sus excursiones diarias puede tirar los vasos que dejaste en la mesa, meter sus patitas en ellos o hacer un sinfín de travesuras. Seguramente perdiste la cuenta de cuántos vidrios rotos recogiste o cuánta agua se derramó.

#4 El desapego material cobró sentido

Lo cierto es que los gatos no solamente atentan contra los vasos, prácticamente todas tus pertenencias ha sufrido algún incidente con tu mascota.

Sabes, por ejemplo, que si pones un árbol de Navidad, eventualmente terminará en el piso, no tiene que llevar esferas de cristal y debes estar dispuesto a volver a montarlo cuantas veces sea necesario.

#5 Las cajas de cartón son un tesoro invaluable

Tú puedes gastar montones de dinero en sus juguetes y accesorios, pero, al final de cuentas, tu amigo felino va a preferir pasar horas enteras dentro de una caja de cartón que te llegó con pedido en línea.

#6 Los pelos de gato están presentes en todas tus pertenencias

Ropa (hasta la más elegante), sillones, cama, sábanas… ¡No puedes escapar de su pelaje! Y sí, las personas que no saben que tienes gatos constantemente te señalan que tu outfit está lleno de pelitos.

#7 No es que no limpies tu casa, es que tienes un gato

Otra de las cosas que sí o sí te pasan cuando tienes un gato es que el piso de tu casa está repleto de papeles y basuras que, ante el ojo poco conocedor, puede parecer falta de pulcritud, pero en realidad se tratan de los juguetes de tu minino.

#8 Las ‘peleas de hermanos’ están a la orden del día

Si realmente eres una ‘señora o señor de los gatos’ y compartes tu hogar con más de dos, lo más probable es que ya estés completamente acostumbrado a sus pleitos que, en realidad, son solo su manera de demostrarse cariño.

#9 No has vuelto a dormir de corrido por las noches

2, 3 o 4 de la mañana. A tu ‘bebé’ no le importa la hora para empezar a maullar sobre tu cara, saltar a tu cama con tanta fuerza que parecería, más bien, un ataque, o caminar encima de tu cuerpo intentando descansar. No importa cuánto tiempo de sueño pierdas por estas travesuras, el cariño de tu minino lo vale.


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