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Telenovela

Las cinco mamás más ambiciosas de las telenovelas

Por los 60 años de la telenovela, recordemos a las mujeres que nos enseñaron que el dinero era más importante que ser madre. Y no, no incluimos a Catalina porque ella es la reina de todas
Publicado 10 May 2018 – 03:53 PM EDTActualizado 10 May 2018 – 03:57 PM EDT
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Mamás ambiciosas de las telenovelas Crédito: Televisa

En las telenovelas hemos visto de todo tipo de madres: desde las buenas, las tiernas, las que dan la vida por sus hijos, las que los defienden y cuidan sobre todas las cosas, hasta las asesinas, desquiciadas, vengativas y aquellas que creen que lo más importante en la vida es el dinero. Todo lo que hacen es por tener más poder.

Y nos las culpamos, son tan astutas para conseguir lo que quieren que por eso llegamos a perdonarlas. Vaya, ¡hasta sus progenitores lo hacen!

De todas las mamás villanas de las telenovelas, reunimos a las 5 más interesadas y dispuestas a todo por dinero. Eso sí, sin contar a Catalina Creel porque ésas son palabras mayores y nadie le gana.

¿Las recuerdas?

Graciela Giacinti o Gudelia Jiménez (Daniela Castro), de Lo que la vida me robó

Graciela fue una madre cínica y despreciable que fue capaz de vender a su hija Montserrat y de casar a su otro hijo con una millonaria sólo por conseguir dinero y fortuna. Claro que todo tiene su origen desde joven, ya que estaba tan avergonzada de ser tan pobre y de venir de familia humilde, que mejor se cambió el nombre e inventó que venía directamente desde Italia.

Sus planes no le salieron nada bien y todo se descubrió al final. Sus hijos la despreciaron y acabó paupérrima pidiendo limosna en la calle. ¡Ah! Y desfigurada, porque se arrojó de una barranca.

Bernarda Sáenz (Jacqueline Andere), de La Otra

Doña Bernarda merece un trono a la madre más interesada de todas las telenovelas. ¿Por qué? Porque lo que más amaba en la vida no era su familia, sino el dinero. Hizo todo lo que pudo con tal de impedir que algún hombre se fijara en sus hijas, porque... ¡no le fueran a quitar el dinero!

Una de ellas se murió y a la otra la casó con un viejito ricachón que, cuando murió, le dejó todo su dinero. Su hija, astutamente, fingió su muerte, así que Bernarda no pudo reclamar el dinerito.

Cuando la malvada descubrió la verdad, le juró a su querida hija dejarla en paz para siempre a cambio de dicha herencia. ¡Y ésta le entregó todo el dinero!

Lo bueno es que en un forcejeo salieron volando todos los billetes y se quedó sin un peso; lo malo es que acabó muy feliz conquistándose a un supuesto joven ricachón que sólo la quería para quitarle todo. ¿Quién ganó? Nunca lo sabremos.

Isaura (Silvia Pasquel), de Amarte es mi Pecado

Aunque más bien era la madrastra de la protagonista Nora (Yadhira Carrillo), Isaura sí la quería como a una hija. Supuestamente, porque no se tentó el corazón para venderla a cuanto hombre podía (sin que ella se diera cuenta) y así incrementar una y otra vez su fortuna.

Además, asesinó a la tía de Nora e hizo pactos con narcotraficantes para que pudiese vivir cómodamente con la mayor cantidad de ingresos. Afortunadamente, su ambición le costó caro: Casilda, hija de la tía mencionada, la dejó encerrada en una caja de tráiler que transportaba, curiosamente, dinero lavado. Toda una muerte "millonaria".

Doña Juana Arellano (Daniela Romo), de Alborada

¿Qué harías si tu sobrino es un gran heredero y tu hijo un bastardo? ¡Intercambiarlos de pequeños y asunto arreglado! Así, Doña Juana fue capaz de hacer que su malévolo progenitor usurpara la identidad de "El Conde de Guevara" con el fin de vivir en la riqueza, sin importar que su sobrino vivira humillaciones y desprecios.

Al final, la pobre Doña Juana se dio cuenta que su hijo era perverso y sin escrúpulos, por lo que no le quedó de otra que envenenarlo y suicidarse no sin antes confesar toda la verdad.

Rita Hernández (Amparo Rvelles), de La Hiena

Otra que no tuvo hijos, pero que sí asumió el papel de madrastra fue la famosa "Hiena". Obviamente todo para sus intereses.

Se casó con Don Abelardo Solís sólo por su dinero y, cuando lo mandó matar, culpó a su hijastro Emilio con el fin de heredar toda la fortuna. Pero él, junto con su hermanastra Isabel, harán todo para demostrar la culpabilidad de su malvada madrastra, quien, al final de la novela, murió de un disparo causado por el asesino que contrató para matar a Emilio.

¡Terribles todas ellas! Tanto que no sabemos cuál es la peor. Tú, ¿qué opinas?

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