Marcelo se empeña en responsabilizar a Max por la partida de su hermano, pero él mismo vive en carne propia que los accidentes se presentan en un abrir y cerrar de ojos.

Gracias a la colaboración de Pilar, Sonia se reúne con Carolina y con Memito, el afortunado de integrarse a una familia amorosa, con una abuela que no descansó hasta encontrarlo.

Sonia trata de recuperar el tiempo perdido con su hija y con su marido, quien admite que durante mucho tiempo ha estado con Adela, la mujer que le ofreció apoyo y consuelo.

El comandante Ortega no piensa darle un centavo más Rutilio y, aunque cede ante sus chantajes, tiende una emboscada a la organización conocida como ʻLos Gladiadoresʼ.

Sonia regresa al pueblo para recibir información importante sobre el paradero de Carolina, quien fue trasladada a un lugar desconocido, por obra del comandante Ortega.

El instinto de madre le dice a Sonia que algo malo pasó con Carolina y Orlando durante el viaje en autobús, que fue encontrado calcinado y sin rastro alguno de los pasajeros.