Gracias a la orientación de las terapias psicológicas, Iván es maduro y centrado, aprobando la relación de su padre con Karina, la novia a quien desea conocer.

Pese a tener una orden de restricción en su contra, Hortensia sigue por las calles a Esteban e Iván, generando incertidumbre y miedo a quienes solo quieren vivir en paz.

Los celos de Roxana van en aumento, exigiéndole a Armando que firme una carta donde declara que no está interesado en otra mujer, solo en su esposa.

Por más que Martha se esfuerce para que su hijo entre en razón, Armando no acepta que Roxana está enferma de celos y tampoco quiere separarse de ella, por temor a otro matrimonio fallido.

Roxana y Armando disfrutan de una vida de casados, pero los celos se hacen presentes por detalles sin importancia, como las conversaciones en el celular.

Tras un incidente con la vecina, Roxana es condenada a 35 años de prisión, lugar donde su marido se hace presente para informarle que se divorciará de ella.