Después de tanto dolor, el pueblo vuelve a brillar. Gracias a Dolores, sus hijos y el apoyo del Dicho, las calles recuperan el color, la esperanza y la unión que tanto hacía falta.

Los hijos de Dolores creían que todo había cambiado, pero pronto descubren que el crimen organizado nunca se fue del pueblo. Ahora saben quién está detrás de todo y enfrentarlo podría costarles la vida.

Dolores sueña con reconstruir su pueblo y devolverle la vida que perdió por el crimen organizado. Con la ayuda de sus amigos del Dicho, planea crear un mercadito gourmet que atraiga al turismo y le devuelva la esperanza a su gente.

El miedo y los chismes desatan la furia del pueblo. Dolores y sus hijos, que solo buscaban reconstruir su hogar, ahora son perseguidos por quienes creían sus vecinos.

Dolores y sus hijos regresan al pueblo del que huyeron años atrás por culpa del crimen organizado. Aunque creen que el peligro quedó atrás, pronto descubrirán que hay heridas que el tiempo no ha podido cerrar.

Nacho no se cansa de esperar y buscar a Kika, convencido de que algo malo pudo pasar, pero ella la pasa bien con Omar, sin remordimientos ni culpa.