¡Familias a cocinar!
Entrada: Se abren las puertas y entran ocho familias al programa, todas y todos dispuestos a sorprender a los jueces para poder tener un lugar en la competencia, pues únicamente serán seis las familias que seguirán adelante en Familias Frente al Fuego.
Resumen Capítulo 1 Familias Frente al Fuego: “La sangre te hace pariente, pero la cocina te hace familia”
Un menú de 3 tiempos y la habilidad de cocinar unos huevos perfectos deciden qué familias tienen derecho a recibir su cocina y mandiles.


Platillos regionales, pero sobre todo platillos característicos de sus familias formaron el primer reto de eliminación que los jueces Carlos, Antonio y Belén les dieron a los participantes. Para este reto, el jurado fue muy puntual al decir que los platillos: entrada, plato fuerte y postre, deberían ser un reflejo de la herencia familiar de los concursantes..

Plato fuerte: Las Bárcenas, los Vásquez, las Ek y los Gudiño compitieron en un primer bloque. Algunos de los platillos más tradicionales y conocidos fueron la cochinita pibil de las Ek, la tlayuda de tasajo de los Vásquez, y el chile en nogada de los Gudiño. Al final, la familia Ek y la familia Vásquez fueron seleccionadas para competir en el reto de eliminación.
En un segundo bloque, las Merino, los Nahum, los Wong y los Toledo, compitieron en el mismo reto. Pudimos ver algunos platillos interesantes y extraños, donde tal vez los Nahum fueron los protagonistas con algunos de sus platillos como el keppe, el hashweh y el shanklish. Al final, la familia Merino y la familia Wong fueron nominados para el reto de eliminación.

¡Echen todos los huevos en el sartén!
Pacientemente, la chef Belén Alonso les enseñó a las familias nominadas tres tipos de huevos que podrían parecer muy sencillos de hacer, pero un error en su ejecución y las posibilidades de continuar en la competencia se convierten en cero. Las opciones fueron: un huevo nube, un huevo pochado y un huevo tibio. Un reto que definitivamente sacó a las familias de su zona de confort.
Postre: El estrés de competir contra el tiempo, en un reto tan delicado, volvieron mandones y gritones a los nerviosos participantes. Incluso emplatar se volvió complicado. Gritos como ¡Mete el huevo al horno!, o ¡mamá, necesitamos terminar eso ya!, fueron comunes durante el reto. Las salsas para acompañar los platillos se convirtieron en el colchón que a algunos de ellos los salvó de la eliminación.
No fue suficiente para los Wong y las Ek, quienes fueron eliminados de la competencia. Sin duda, se extrañará la posibilidad de haber visto la evolución de estas dos familias y sus grandes e importantes culturas gastronómicas.
