Después de mucho tiempo, Diana reconoce los errores que cometió en su matrimonio, aunque sabe que no será fácil separarse de su esposo y padre de su hija.

Luis se deja consentir, permitiendo que su esposa y su amante gasten fuertes cantidades de dinero en regalos de lujo y compitan por entregar el artículo más costoso.

Al competir por el amor de Luis, Diana encarga a su hija con Mariana, quien acepta cuidar de Luisa mientras su amiga hace lo necesario para obtener lo que quiere.

Al ver a su hermana en problemas con la justicia, Nelson se declara culpable de distribuir los chocolates que pertenecen a una red criminal, liderada por Elba.

Rosalía toma de los chocolates especiales que su hermano vende en la calle, pero le cae mal a una compañera de la escuela que lo consume y va a dar al hospital.

Además de ser buen hijo y hermano, Nelson posee un físico envidiable, mostrándolo para hacer labor de venta de chocolates y como instructor de calistenia en el parque.