La culpa y las constantes acusaciones destruyen poco a poco el corazón de Nadia. De ser una hermana amorosa, se convierte en una chica rebelde y llena de rencor.

El cumpleaños de Azul termina en tragedia cuando un accidente la deja en silla de ruedas. Su familia culpa a Nadia, su hermanastra, señalándola por un error que no cometió.

Mientras Alejandra enfrenta su enfermedad, su novio, el hombre que decía amarla solo buscaba su dinero, y para colmo, la engaña con su mejor amiga, la persona en la que más confiaba.

Alejandra cree tenerlo todo, pero su mundo se derrumba al descubrir la traición de su novio. Lo enfrenta sin imaginar que la ambición de él no tiene límites: está dispuesto a destruirla con tal de quedarse con su fortuna.

Bella, millonaria y popular, Alejandra presume tener la vida perfecta. Con aires de superioridad, humilla a quienes no están a su nivel, sin imaginar que pronto la vida le dará una lección que le cambiará la vida.

Lo que comenzó como un malestar terminó en un diagnóstico devastador. El síndrome de Guillain Barré le arrebata a Alejandra lo que más valoraba, su belleza y la popularidad que la hacía sentirse intocable.