Ferdinando Valencia denuncia negligencia médica en la muerte de su hijo Dante

Desde que Ferdinando Valencia supo que se convertiría en padre de mellizos, sus redes sociales se convirtieron en un álbum fotográfico donde mostró a detalle el embarazo de Brenda Kellerman. Sin embargo, su felicidad se vio opacada por la preeclampsia que sufrió su novia y la meningitis bacteria con la que fue diagnosticado Dante tres meses después de su nacimiento.

Este padecimiento desencadenó una serie de problemas en la salud de Dante, pues poco después fue diagnosticado con hidrocefalia, insuficiencia renal y cardiaca, problemas pulmonares, entre otras enfermedades, y aunque el actor siempre fue transparente sobre la salud del pequeño, ahora reveló que los errores de los médicos ocasionaron que su hijo perdiera la vida.

“Nacieron mis niños, primero Dante y un minuto después Tadeo. Dante no estaba en condiciones de ir a cuidados intensivos, pero lo llevaron por determinación médica”, contó a TvNotas.

De acuerdo con Ferdinando, su hijo fue dado de alta días después, pero una madrugada comenzó a sentirse mal, lo que asoció con algo estomacal.

“Pensábamos que el diagnóstico iba a ser algo estomacal, pero ahí nos dijeron que el niño tenía meningitis bacteriana, misma que adquirió ahí, ¡pero nadie se dio cuenta y así lo dieron de alta!: ‘No tenemos el equipo para curarlo’, nos comentaron”, aseveró a la revista.

Tras este episodio, Dante pasó varios días el hospital, donde se le fueron suministrados algunos medicamentos para erradicar la meningitis bacteriana, lo cual no pasó y la salud del bebé se complicó aún más.

“Le pusieron el tratamiento y al quinto día nos dijeron que ya no había meningitis bacteriana, lo dieron de alta y hasta nos dieron un certificado. Queríamos regresar a México (…) pero no contábamos con que cometerían otro error porque el medicamento que le suministraron sólo atacaba a la bacteria pero no la mataba, por lo que se equivocaron en el diagnóstico (…) No le mataron la meningitis bacteriana, y para ese momento ya llevaba más de un mes en su cuerpo. Regresamos a mi tierra, Comala, Colima, y no duramos ni una semana ahí cuando el niño se puso mal de nuevo. Lo llevamos al doctor y estando ahí se convulsionó”, relató.

Ferdinando asegura que fue entonces cuando comenzó a trasladar a Dante de un hospital a otro, y aunque los diagnósticos médicos coincidían, los hechos eran otros.

“Me decían que podían atenderlo y el tratamiento que le estaban poniendo era para la meningitis, pero mi niño se convulsionaba. También me decían que los medicamentos se administraban uno cada dos horas y otro cada hora, pero luego investigué y supe que se le debía de colocar el medicamento con máquinas especiales, que con una aguja a presión lo suministran en un lapso de 40 minutos, y 20 después el siguiente, y así (…) ¡Qué mentira que me dijeran que podían, cuando ni siquiera sabían qué tenía mi niño!”, dijo.

Ferdinando Valencia aseguró que el último tratamiento médico que recibió Dante fue en un hospital de Guadalajara, donde los médicos tuvieron que amputarle una pierna.

"Luego me llevé una desagradable sorpresa, un día llegué a ver a mi hijo y tenía la piernita negra, le pregunté al doctor: ‘¿Qué pasa aquí?’, y textual, me contestó: ‘Esto sucede todos los días, no te preocupes, no es nada grave, es un problema menor a consecuencia de un catéter, no va a pasar nada’. Por desgracia, sí. El doctor se fue una semana al extranjero y al regresar ya lo quería dar de alta; le dije: ‘Tiene algo en la pierna, no lo puedes liberar’ (...) Dos días después yo estaba haciendo una de las cosas más difíciles... firmando para que le amputaran la pierna a mi hijo”, relató.

“ Sí hubo una negligencia médica, no tuvo por qué ser mi responsabilidad. Pero entonces empecé a detectar mentiras (…) De pronto un día, el doctor nos dice: ‘Señores, pueden estar tranquilos, este niño va a salir bien... Al día siguiente mi hijo se murió. Ése es el juego hospitalario que hay lamentablemente en nuestro país”, reiteró.

Finalmente, Ferdinando Valencia aseguró que aunque ha pensado en demandar, aún no toma la determinación, pues nada de lo que haga ahora le va a devolver a su hijo con vida.

“Yo espero recibir una respuesta positiva dentro de todo; aún no lo sé (si quiero demandar), habrá que esperar. A mi hijo nadie me lo va a devolver, pero no lo perdimos por causas naturales, fue más la voluntad del hombre haciendo lo incorrecto que la voluntad divina. Al final esto lo maneja Dios y estoy tranquilo porque peleé por mi familia tanto como pude”, concluyó.