María Amelia Aguilar se sincera y habla de sus logros, sus pasiones y su relación con Raúl Araiza

María Amelia contó en exclusiva a Las Estrellas cómo descubrió su verdadera vocación como psicóloga

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Por:
Paulina Flores.
La amistad que desde hace tres años María Amelia Aguilar y Raúl Araiza mantenían se convirtió en un amor que ambos siguen descubriendo.
En entrevista Exclusiva con Las Estrellas, la psicóloga abrió su corazón y contó que fue a finales de 2019 cuando comenzaron los cortejos por parte de ‘El negro’ Araiza.“En diciembre (comenzó) de ‘siempre hablamos en el foro y ahora con las grabaciones de los programas de Navidad y las posadas, vamos a echar comida’ y yo ‘no, ¿por qué?, no, estás como loco, no hay manera’”.
Las razones de María Amalia eran claras: la amistad que los unía y lo público que es el conductor del programa ‘Hoy’.“En la vacación de diciembre (empezaron) las llamadas, mañana, tarde y noche; facetime, mensajes, y en enero fue de ‘por favor vamos a comer’, dije, ‘bueno’ y de ese día a hoy no nos hemos separado”, contó entre risas Aguilar.
Reconoció que, aunque es corto el trayecto que llevan recorrido, la metamorfosis por la que pasó su relación de amigo a novio no ha sido fácil.“Ha sido una transición muy cañona, de ver a tu amigo como tu galán y ahora ya es mi novio oficial. Ha sido algo muy divertido, pero sí ha sido difícil”.
Confesó que trató con mucha cautela el adentrarse en una nueva relación amorosa, pues a 11 años de su divorcio no era tan sencillo volver a confiar.“Al principio pues con mucho cuidado porque después de 11 años divorciada pues buscas estabilidad, buscas una pareja, buscas compromiso, buscas dedicación, buscas fidelidad y yo decía pues creo que él no está preparado para eso y resulta que está más preparado él que yo. Él es un amor, es un tipazo”.
“Él me ha enseñado mucho de lo que quiere de una pareja. Después de 11 años de divorciada no es tan fácil como mujer, como madre de un niño de 21 años, una de 18 y una de 16 confiar, además, buscas otras cosas, no es tan fácil confiar en cualquiera y darte cuenta que una persona saca lo mejor de ti y sacas lo mejor de él, eso es lo que está pasando ahorita”.
Resaltó que es Raúl Araiza es quien le ha ayudado a calmar sus miedos y que está disfrutando al máximo el camino que está recorriendo junto al también actor.“Yo ya lo adoraba como amigo y ahorita es un amor el que le tengo porque me ha ido quitando a mí mis miedos, es increíble de decir la psicóloga, la experta pero ver que él está con tantas ganas de amar, con tantas ganas de tener una relación padre, de vivir y está guapísimo, en su mejor momento, me encanta la relación que estoy viviendo”.
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La amistad que desde hace tres años María Amelia Aguilar y Raúl Araiza mantenían se convirtió en un amor que ambos siguen descubriendo.
Imagen Cortesía María Amelia Aguilar

Pese a que desde hace tiempo su imagen es bien conocida en pantalla, de principios de año a la fecha, el nombre de María Amelia Aguilar se ha vuelto una constante en las páginas de los medios nacionales. Sin embargo, pocos saben la historia que hay detrás de la psicóloga por la que Raúl Araiza se deshace en halagos cada que le preguntan por ella.

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En entrevista exclusiva con Las Estrellas, Maria Amelia contó que su formación como comunicóloga la llevó a encontrar su verdadera vocación como psicóloga grupal, rama que le abrió las puertas para desenvolverse en medios como televisión, radio y prensa escrita.

“Estudié Ciencias de la comunicación, me especialicé en mercadotecnia y publicidad, pero me case de 21 años, me recibí embarazada de mi primer hijo, no ejercí, y cuando me divorcié, 11 años después de que me casé, empecé con un diplomado en logoterapia y me encantó”, recordó la conferencista, quien en 2018 fue reconocida con el Premio Nacional de la Mujer por su labor con adolescentes y familia.


"Por dar conferencias en el Estado de México me invitan a la televisión, en TV Mexiquense empecé, primero una vez a la semana, luego dos veces a la semana, estuve en radio mexiquense y escribí en un periódico que se llama Digital post".

La terapia individual, confesó, no es su fuerte, pero entre sus planes está prepararse para poder ejercerla, aunque lo que más le apasiona es pararse frente a multitudes y poder conectarse con ellos a través de sus conferencias.

"Lo que más me gusta, ni la tele, ni la radio, ni nada, lo que más me gusta es pararme en un auditorio, no sabes cómo salgo de emocionada cada que voy a dar una conferencia porque para mí es súper enriquecedor convivir tanto con los jóvenes".

Su afición por adentrarse en el comportamiento de adolescentes y jóvenes puede ser relacionado a que fue mamá joven o a que tiene hijos de 21, 18 y 16 años, pero la realidad es que lo que María Amelia busca es que los jóvenes del siglo XXI sean entendidos de una manera diferente.


“Los jóvenes son el presente y la población más grande del país. Son los jóvenes los que están revolucionando la tecnología, redes sociales, son los que nos están dejando atrás. Los padres de hoy somos los últimos que nos regañaron nuestros padres y los primeros que nos regañan nuestros hijos, por eso la importancia de ayudar a los padres y madres de la actualidad a acercarse y conocer a sus hijos para lograr familias más unidas”.

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Pareciera que en su vida no hay cabida para nada más que lo profesional. Sin embargo, María Amelia ha logrado el balance perfecto que le permite dar el tiempo de calidad que cada una de sus facetas necesita.

“Poniendo en claro quién soy y qué roles tengo que ejercer. Lo que me ha funcionado es tener tiempos para lo que amo que son mis hijos, mi trabajo y mi pareja. Tenemos que tener tiempos de calidad no de cantidad para poder no fallarle a ninguno. Es organización y amor”.

Su mayor motivación es la vida misma, pues, considera que en un segundo cambia todo y si no estás bien contigo no se puede estar bien con nada. Es consciente de lo que quiere reflejar y que busca para su futuro y su presente en el que se siente feliz de compartir con su pareja, Raúl Araiza.

“Soy una mujer que lucha por ser, uno, feliz; dos, por cuidar una familia; tres, por poderle aportar algo al mundo y cuatro, que hoy puede tener una relación muy bonita, de darse la oportunidad con alguien que empezó siendo un gran gran amigo porque eso éramos Raúl y yo. Estamos viviendo poco a poco esta relación en la que antes que nada somos amigos y eso está padre, ser novia de tu gran amigo”.


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